domingo, 25 de mayo de 2014

Nada que merezca la pena en esta vida, es fácil.

Resulta muy convincente creer que todo puede cambiar y que cada día es una nueva oportunidad para hacer las cosas bien cuando te encuentras cometiendo ese error con el que te tropiezas una y otra vez. Bajo las presiones de nuestra conciencia somos capaces de creernos posibles de cualquier cambio. Anhelamos tanto esa fuerza que necesitamos que creamos de la nada miles de promesas ansiosas de sentirse realizadas.

Pero la realidad golpea fuerte, y más cuando en el momento de la verdad te encuentras de nuevo cometiendo ese mismo error, volviendo a realizarte falsas promesas que no logran consuelo alguno.
Ya sabéis eso que dicen, "Si el plan no funciona, cambia el plan pero no cambies la meta". Todos tenemos metas, sueños, objetivos...; Todas esas excusas que nos ponemos de 'comienzo el lunes', 'la semana que viene' o 'el mes que viene'
no sirven de nada. El cambio llega cuando de verdad, y sin apenas darte cuenta, te decides a hacer las cosas bien. Cuando la fuerza de voluntad, la motivación o la superación son más fuerte que cualquier tentación. Que si voy a ponerme con la operación bikini, que si voy a dejar de fumar, que si voy a hacer tal o pascual son solo típicos ejemplos; a cada cual su vicio o perdición; todos somos pecadores de algo que nos gustaría cambiar, de algo que a pesar de que no nos gusta, seguimos haciendo día tras día, y lo peor de cometer errores no es cometerlos; si no seguir cometiendolos a sabiendas de que lo estamos haciendo.

A base de errores aprendemos, los seres humanos somos así. Pero también somos tan absurdamente inútiles como para encariñarnos con ellos.  A cada cual lo suyo, nada es igual para todos y todo es un mundo para cada uno. Somos capaces de lograr todo lo que nos propongamos, y eso ya ha sido más que demostrado por todo el mundo. Seguiremos cometiendo errores, nos llevará más tiempo, y quizá pensemos en abandonar, pero ya sabéis lo que dicen: "Nada que merezca la pena en esta vida, es fácil".

Así que olvídate de lo que digan o piensen los demás, escuchate a ti mismo cuando te preguntes si de verdad lo deseas merece la pena. Si la respuesta es sí, date tiempo para luchar, para caerte y volver a levantarte, para seguir luchando, para ver resultados, para afrontar las adversidades y los altibajos...; porque todo ello forma parte de lo que algún día hará que te sientas más que orgulloso de haberlo conseguido.

martes, 20 de mayo de 2014

Las cosas que no pude responder.

Siempre lo recordaré con la misma intensidad de las punzadas que jamás dejarán de darme. Punzadas de recuerdos, de sensaciones, y de aprendizajes. La certeza de lo que jamás había llegado a comprender hasta aquel día que todo comenzó sin saber muy bien cómo ni por qué. 
Ya nunca podré decir que fue todo tan simple cómo lo que quisiera que fuera. Porque las situaciones complejas por definición, no han sido ni serán nunca jamás sencillas. 
Lo único que si te diré es que me guardo las cosas que no pude responder. Las mismas cosas a las que todavía sigo sin encontrarle respuesta porque jamás he sabido realizarlas.
¿Somos los dueños de nuestro destino? Tenemos el poder de escribir nuestro porvenir.., o eso pensaba. Estamos seguros de lo que creemos o de lo que sentimos siempre que todo se mantenga bajo control. La realidad viene cuando sucede algo tan fuerte, desconcertante y desafiante que dificulta mantener lo que hasta entonces creíamos. Y no me refiero de creencias o valores sociales o culturales que nos inculcan desde niños. Si hablamos de intensidades, hablemos de lo que nos define. De lo que sentimos y lo que hacemos. Hablemos de nosotros mismos. De lo que creíamos cómo cierto, cómo valido, cómo nuestro.
La mente podrá imaginar un sinfín de situaciones, de posibilidades e incluso de sueños. Pero el caos tiene un poder casi tan imperfecto como la perfección de lo soñado. Tan real cómo lo que nos desmonta la vida de la noche a la mañana. Tan real cómo las cosas que cambian nuestra vida. Tan real cómo las cosas que nunca podré responderte. 

domingo, 27 de abril de 2014

Seamos realistas.

Me da igual lo que dices, lo que piensas y lo que callas. No me importa cuándo ni siquiera te fijas, cuando pasas de largo o cuando ni siquiera me miras. Que no me muero por acercarme un poco más a ti cuando son escasos los centímetros que separan tu boca de la mía. Jamás se me ha pasado por la cabeza cómo sería ir de aquí para allá contigo, recorrer Madrid juntos. Nunca he querido morirme de celos, saber que si los siento es porque me importas. Porque nunca he llegado a rozar el cielo estando contigo. Jamás he creído querer tanto a nadie cómo podría haberte querido a ti.
Y me da igual lo que es y no es. Lo que parece ser o lo que podría suceder. Que me da igual si vienes o vas, si me quieres o me odias, si me echas de menos o de más. Porque Jamás he tenido en mi vida nada que no soportara perder, y ahora ya es demasiado tarde.

domingo, 9 de marzo de 2014

Sometimes I don't know if I'm wrong or right.

Siempre he sido de las que han defendido que todo es tan relativo cómo que estamos aquí. Que igual que pudo ser pudo no serlo, o tal vez simplemente no lo supimos. Que lo inesperado aparece porque nos permitimos el lujo de no controlarlo todo, de no esperar nada, de sorprendernos con todo.

Anhelamos lo que no somos capaces de conseguir, nos auto convencemos de dejar la mente en blanco para no pensar en nada, pero incluso en ese instante ya pensamos más de la cuenta. Es cómo cuando queremos olvidar algo y entonces nos damos cuenta de que es cuándo más lo recordamos. Cómo cuando no queremos hacer algo y nos repetimos 'No' 'No' 'No' y de repente nos sorprendemos a nosotros mismos de cómo nos lanzamos al 'Sí', y viceversa.

Es cómo cuándo te propones comenzar algo a día 1, a Lunes, o dices 'desde ya mismo' y luego sólo se quedo en promesas que jamás se cumplieron. Admiro a los que de verdad lo consiguen con tal rapidez, sin embargo la experiencia me ha enseñado que cuanto más nos imponemos algo menos lo cumplimos. Que todo supone un cambio de actitud, de pensamiento, y de perspectiva.

Las cosas a conciencia cuestan mucho más que aquellas que conseguimos de forma inconsciente. Hacer fácil lo difícil. Qué fácil es decirlo y qué difícil es llevarlo a la práctica.

Dejemos de pensar, de preocuparnos, de ponerle nombres a todo, de tenerlo todo bajo control. Hace tiempo que perdí el rumbo de lo que está bien y lo que está mal, de pensar mucho o pensar demasiado, de saber lo que es no pensar y simplemente disfrutar. De no sentir la necesidad de tenerlo todo bajo control, de permitirme el lujo de poner la mente en blanco, de sentir que las horas pasan y todo está más que bien.

Tan negativo es pasar de todo como obcecarse en conseguir algo a toda costa. Si los extremos son nuestra perdición encontremos el punto medio. Quizá debamos dejar que nos enseñen nuevos caminos en lugar de seguir desgastando los que ya conocemos. Quizá necesitemos un cambio, o quizá solo debamos olvidar todos esos 'Quizá' que no hacen más que hacernos dudar. 

domingo, 12 de enero de 2014

Somos más fuertes que cualquier error.

"Si te equivocas las consecuencias son impredecibles. No es que lo hagamos adrede ni que queramos hacer daño. Pero a veces nos pasa: nos equivocamos.
Y cuando lo hacemos lo sentimos. Pero no importa lo que sientas, ya da igual, porque ninguna disculpa importa.
Todos hemos hecho cosas de las que no nos enorgullecemos. Y lo entiendo. Nadie es perfecto. ¿Pero cómo puedes vivir con ello? ¿Cómo puedes levantarte y enfrentarte al mundo sabiendo que pudiste hacerlo mejor? Que debiste hacerlo mejor.
¿Basta con sentirlo? ¿Puede una disclupa aliviar el dolor? ¿Puede paliar el dolor que causamos?"

jueves, 2 de enero de 2014

Every day matters.

"Cada día. Sí, mi padre me hizo comprender la importancia del "cada día". Cada día es distinto, cada día cuenta, es único, aunque a veces nosotros no lo valoramos. A veces vivimos de manera tan distraída, por decirlo de alguna manera, que es como si ese día no nos pareciese importante.
Sin embargo, un día puede hacer que todo cambie, que ese sea el nuevo día.
Hoy por ejemplo, siento que es un día importante."

domingo, 22 de diciembre de 2013

Wishes.













Todos podemos pedir un deseo al año, al soplar las velas en nuestro cumpleaños. Algunos pedimos más, con las pestañas, en las fuentes, al ver una estrella fugaz...; y de vez en cuando, alguno se cumple. ¿Y qué pasa entonces? ¿Es tan bueno como esperábamos? ¿Disfrutamos de nuestra felicidad? ¿O nos damos cuenta de que tenemos una larga lista de deseos esperando a ser deseados?