viernes, 29 de junio de 2012

Not Always.

Cada vez que renunciamos a algo que de verdad nos importa, esperamos que el universo recompense nuestra acción desinteresada. Sin embargo, no siempre es el destino el que nos da un regalo..

miércoles, 27 de junio de 2012

your, mine, our life.

Hay veces que necesitamos desahogarnos. Escribir, correr, llorar, gritar, viajar,  bailar.. sea cual sea, cada uno tenemos una forma de hacerlo. Una válvula de escape que nos suministra el aire necesario para respirar y seguir para adelante.

La vida no entiende de razones. Nosotros al fin y al cabo tampoco. Somos irracionales por naturaleza y eso es así. Nos guste o no nos agarramos a aquello que nos ofrece seguridad y confianza. Pero la verdad es que es todo demasiado dinámico como para que exista algún punto fijo.

Todos los hemos dicho alguna vez ¿No?. La vida da muchas vueltas.

Con 2 años el que el chupete se nos cayera era una desgracia mundial. Llorábamos o nos empeñábamos en mover mundo y tierra para conseguir traerlo de vuelta. Con 5 entrabamos al cole y el conocer niños nuevos era otro mundo. ¿La siesta? No. Claro que eso no nos lo podían quitar. Era sagrada.  Con 8 ya nos quejábamos por que hay que ver la de deberes que nos mandaban! Pero lo que no sabíamos es que 8 era una edad bonita, con 12 ya empezaban los problemas de la adolescencia. 15 era una edad complicada, y 18 ya ni te cuento.
La mayoría de edad y de ahí en adelante.

A lo que quiero llegar con esto es que da igual el momento en el que estemos o lo que quiera que nos esté pasando, si siempre vamos a pensar que los problemas que nos ocurren son los peores que nos pueden pasar.
Pero afortunadamente, o no, según quien y cómo lo mire, llega un día, una edad, y un momento en el que Pum. Te llega el tremendo hostión de la vida. Te das cuenta de que las cosas ya no son como cuando eras pequeña.
Que hay problemas más importantes que la bronca que acabas de tener con tus amigos. Que el mundo es mucho más de lo que aparenta, y mucho más simple de lo que lo complicamos.
Que no todo es alegría y dolor. Cada año traerá consigo nuevos cambios. Para bien o para mal. La vida está para eso, para aprender, para hacernos más fuertes, para crecer, y para vivir.

Una vez leí:
"Me parece que a la vida le gusta hacer eso de vez en cuando: te va apretando y cuando crees que no va a poder más, te vuelve a soltar"

No nos ahoguemos en un vaso de agua. Sigamos adelante.
No infravaloremos los problemas, ni le demos más importancia de la que tienen. Simplemente la que se merecen.
Continuemos a nuestra manera, con los que nos acompañan. Y aprendamos, que para eso estamos.

Afortunadamente siempre vamos a tener alguien que nos haga más llevadero el camino. Alguien que nos cuida del mismo modo que se merece ser cuidado; Eso que conocemos como Amigo. 

martes, 19 de junio de 2012

La excepción que confirma la regla

Por norma, elegimos seguir los pasos de los que nos llevan ventaja. Pisar sobre seguro y no arriesgar a ciegas. Seguimos los pasos de los demás por que para bien o para mal nos basamos en su experiencia, repetimos sus triunfos y corregimos sus errores.

Pero si hay algo que siempre he pensado  es que cada persona es un mundo. Un mundo que por mucho que nos empeñemos, no podemos comparar sin más. 
Es cierto que aprendemos observando, pero también lo hacemos viviendo e improvisando nuestros errores. Errores que aunque duelen, al fin y al cabo nos enseñan más que los que ya nos han contado. 

Por tanto, por norma nos refugiamos en lo que al fin y al cabo es y siempre será así. 
Y es que todo lo que se sale de lo normal, inevitablemente nos resulta extraño, confuso e incluso desconcertante. Pero si te paras a pensarlo durante al menos unos segundos no es más que la excepción que confirma la regla. 


martes, 5 de junio de 2012

Nice to meet you

'Dicen..' es algo que puede parecernos muy superficial y ambiguo dependiendo de que se trate y de quien nos lo diga, por naturaleza desconfiamos o no siempre nos creemos del todo las palabras de los demás..
Sin embargo en determinadas situaciones nos aferramos a las palabras de desconocidos como la desesperación se aferra a la esperanza. Como una chispa de confianza que por encima de cualquier pensamiento que no nos deja continuar y que de una forma u otra nos aclara un poco el camino.

Dicen que hay desconocidos a quien podríamos entregarles nuestra vida entera sin apenas saber el por qué. Que hay personas que simplemente congenian bien, o que simplemente están destinadas a cruzarse en sus vidas... Pero como casi todo en esta vida, has de vivir cada situación para averiguar la esencia que compone nuestros días.

El tiempo pasa deprisa, tan deprisa que a veces incluso no nos da tiempo a saborear lo que pueden ser los mejores momentos de nuestras vidas. Por eso mismo hay que aprovechar todo lo que nos rodea, cada carcajada causada por la más inmensa tontería, cada momento ridículo y sin sentido, cada conversación a altas horas de la madrugada, cada sorpresa, cada imprevisto, cada experiencia, cada persona que de una forma u otra nos hace sentir un poquito más felices cada día.

Agradecemos a nuestros amigos, a nuestras familias y a nuestros conocidos por todo aquello que nos aportan, todo aquello que recíprocamente nos regalamos cada día, pero lo curioso de esta vida es que siempre está dispuesta a sorprendernos.

Posiblemente no haya ocurrido antes por que no tenía que ocurrir, pero un día te cruzas con alguien que no es más que un desconocido, y aunque no sabemos ni el porqué ni el como de la mayoría de las cosas que nos ocurren, quizás simplemente deberíamos pararnos a disfrutarlas tal y como vienen en lugar de molestarnos en entenderlas.

Puede que esa persona desconocida que conozcas sea alguien con la que llevabas cruzándote mucho tiempo atrás pero nunca habíais parado a hablar lo suficiente, puede que sea alguien que es la primera vez que ves en tu vida, o puede ser simplemente alguien que tarde o temprano acabarías conociendo.

Eso nunca lo sabrás, pero ya sabes, 'Dicen' que para eso esta la vida, para disfrutarla.

Así que gracias. Gracias por cruzarte en mi camino y por convertirte en algo más que un desconocido.








sábado, 2 de junio de 2012

For good o for bad

Dicen que escribir ayuda, que consigue, de algún modo canalizar tus sentimientos, ordenarlos, y sacarlos un poco de la cabeza. Que nos ayuda a sobrellevar esas cosas que nos son superiores a nosotros mismos...
Por norma se suelen tratar de sentimientos feos, como la impotencia, el malestar, los problemas, ... o sentimientos que nos cuesta controlar. Sin embargo, no todos los casos son así. A veces, la felicidad es tan inmensa que ansía salir de nosotros y ser gritada a los cuatro vientos.
Lástima que esta vez no sea el caso.
En ocasiones, en esas del principio, la situación nos produce tanta indecisión que el hecho de escribir apenas consigue calmar las mil y una sensaciones que ya se han generado anteriormente. Jamás pensé que odiaría tanto la imaginación, imaginar mil y una posibilidades..,
Posibilidades que cada vez que son soñadas, para bien o para mal son restadas de su existencia en la realidad.

Dicen que situaciones desesperadas, requieren medidas desesperadas, .. ¿Pero quien mide la desesperación de cada situación? ¿De cada persona? Supongo que el tiempo y los sucesos. Ese momento cuando deja de existir cualquier verdad posible, cuando la duda reconcome cada acción llevada acabo, cuando estarías dispuesta a arriesgar a pesar de empeorar las cosas por el simple hecho de cambiar esa situación que lejos de ser controlada, está empezando a controlarte a ti.
Supongo que son estas el tipo de situaciones en las que nos encontramos dispuestos a arriesgar a duras penas de que las cosas empeoren. Es fácil pensarlo, tan fácil como imaginarlo, pero casi imposible llevarlo acabo. Sin embargo, a veces lo hacemos. A veces buscamos reunir los segundos de coraje necesarios para hacer algo que para bien o para mal cambiará el rumbo de las cosas.

Otras veces en cambio decidimos seguir adelante, coger aire y echar a andar. ¿Andar? Sí. Los que hayáis estado en situaciones similares lo entenderéis. De hecho, una vez leí:








'- Hay que andar cuando se acaben las palabras. El cuerpo sabe lo que necesita, pero primero hay que andar y luego, luego todo va sobre ruedas. 
-. ¿Me lo explicas? 
- Bueno, viene a decir más o menos que el cuerpo sabe todo lo que necesita, pero que de vez en cuando la cabeza quiere oírlo'. 

Sin embargo hay que tener cuidado, por que quizás aquello que el cuerpo nos dice no solo nos aclarará las ideas, si no que nos anima a reunir ese coraje necesario que buscábamos para arriesgar, y como todos sabéis, nadie te da la certeza de que arriesgar pueda resultar bien o mal..