jueves, 13 de junio de 2013

No tengas miedo de equivocarte, es lo mejor que te puede pasar.

Lo mejor de la vida muchas veces llega gracias a las equivocaciones. Son los empujones que nos hacen llegar a sitios donde nunca pensamos estar.

Equivocaciones de todo tipo: pequeñas, medianas y que no cabían en el salón de tú casa. Equivocaciones que te hacen llorar como un niño pequeño o que te ponen rojo de furia. Equivocaciones molestas pero necesarias que pueden llegar a cambiar el rumbo de nuestra vida. 

Las equivocaciones son las que nos hacen grandes, enormes. Y nos hacen sabios, muy sabios. De las equivocaciones se aprende más que de los éxitos. 
Equivocarse es realmente útil.

domingo, 9 de junio de 2013

Todo depende del como, y el cómo depende de ti.

Pensar en las consecuencias que pueden tener nuestros actos es algo odioso. Por norma tendemos a  actuar según lo correcto, pero lo soñado y anhelado por muchos otros es todo lo contrario.
Son muchas las personas que adoran esa filosofía de vida, pero muy pocas las que consiguen que sea ésta quien rija nuestros días.
Vivir la vida, dejarse llevar y disfrutar de las grandes locuras que nos depara la vida,  no pensar en las consecuencias y disfrutar del momento, es muy fácil decirlo, incluso soñarlo, pero decirme, ¿Cuántos de vosotros verdaderamente lo seguís al pie de la letra? ¿Cuántos de vosotros vivís la vida que os gustaría sin pensar en las consecuencias que podrían acarrear en determinadas ocasiones?
Sería muy fácil si todo lo que nos apeteciese lo hiciésemos, si todo lo que sintiéramos lo dijéramos, y si todo lo que se nos pasara por la cabeza, lo lleváramos a cabo.
Pero las consecuencias no son tan fáciles de ignorar. Se mantienen al acecho recordándonos que no son fáciles de olvidar, y es que no siempre hacer lo que uno quiere es lo correcto.
Después vienen los arrepentimientos, los remordimientos, y la culpabilidad. No es tan sencillo cuando entran en juego terceras personas, y mucho menos cuando tu disfrute momentáneo puede convertirse en consecuencias colaterales no pensadas en su debido momento.
¿Qué pienso las cosas demasiado? Analizo muchas cosas al detalle, quizá demasiadas. Sin embargo hay muchas otras que se me escapan de las manos.



Y es que mantener el equilibrio es complicado, pero de cada uno depende salvar su propio caos, hacer de éste un arte y disfrutar la vida como verdaderamente nos gustaría.
Nada que merezca la pena es sencillo, y eso lo sabemos todos. Pero vivir tampoco lo es, y por eso seguimos aprendiendo, seguimos viviendo, y seguimos improvisando.  Porque convertir lo complejo en sencillo, lo aburrido en divertido,  lo incorrecto en correcto, lo predecible en inesperado, o lo simple en especial solo depende de cada uno de nosotros. Y si todo depende del cómo, el cómo depende de ti.
Que en la vida al igual que hay muchos 'en contra', hay muchos otros 'a favor' que hacen que ésta merezca la pena mucho más de lo que aún nos queda por descubrir.