La vida cambia dia a dia

La vida es un cambio contante. Siempre que algo termina es por algo que empieza. Y por eso en la vida real no hay finales felices ni finales tristes.
Solo existen nuevos comienzos.

Que en esta vida no hay un libro de instrucciones, solo el corazón es la única bandera y desde ahí, si, cada uno vive a su manera.

Nos enseñan sobre Literatura, Matemáticas, Historia o cultura general que debemos saber para llegar a ser alguien en la vida.

Lo que no nos enseñan es que lo que realmente nos llevará a ser alguien en la vida es todo lo que viene después de esos maravillosos años en los que aprender queda en un segundo plano frente a los juegos del recreo y las grandes historias que hay entre amigos. 

Cuando crecemos nos llevamos la hostia. Y es ahí cuando de verdad empezamos a aprender. 

Ya que no nos enseñaron realmente como comunicarnos, como saber transmitir ni como hacer lo correcto cuando todo se complica. No nos enseñan a manejar, ni mucho menos a entender nuestros sentimientos. No nos enseñaron por qué nos sentimos sumamente mal cuando se supone que hemos hecho lo correcto. Ni mucho menos cómo tomar decisiones. 

Se supone que vivir conlleva todo eso. Aprender viviendo. Y sí, eso está muy bien, pero en ocasiones sentimos la necesidad de necesitar un libro de instrucciones.  Y es que no serán nuestros conocimientos generales los que determinarán lo que seremos el día de mañana ni mucho menos. Serán nuestros actos, nuestros valores y nuestras habilidades. El superar no tanto a las adversidades si no a nosotros mismos. El utilizar el dolor como un trampolín para acceder al siguiente nivel.  El seguir improvisando, viviendo y aprendiendo. 

Dicen que la confianza se basa en el cariño.

En la vida hay cosas que no entendemos, que por alguna razón se nos escapa de las manos o simplemente no nos deja pensar con claridad.
Detrás de todo eso hay una persona con la que lo puedes compartir por el hecho de que confías en ella de tal manera que te produce esa sensación de tranquilidad y seguridad que nadie más puede. Esa virtud se gana con miles de actos, pero se pierde con uno.
Una vez que la tienes, te aferras tanto a ella que podrías hacer cosas que ni tú te creías capaz de hacer...
La confianza, en definitiva, es ese sentimiento de poder creer a una persona incluso cuando sabemos que mentiríamos en su lugar. Nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas la preguntas.

Negar que negamos.

      La clave de la supervivencia está en negar. Negar el cansancio, negar que tenemos miedo, negar éxito y lo más importante, negar que negamos. Vemos lo que queremos ver y creemos lo que queremos creer. Y funciona. Nos mentimos a nosotros mismos tanto que con el tiempo nos creemos nuestras mentiras. Negamos tantas cosas que ya no reconocemos la verdad delante de nuestras narices.

 A veces la realidad entra a escondidas y nos muerde el culo. Y cuando el dique revienta solo te queda nadar. El mundo de los engaños es una jaula, solo podemos autoengañarnos un tiempo  determinado. Nos cansamos, tenemos miedo. Negarlo no cambia la realidad. Antes o después tenemos que dejar de lado las negociaciones y enfrentarnos al mundo cara a cara con todas nuestras armas. Porque cuando el dique revienta te espera un océano enorme. Pero... ¿Cómo logras no ahogarte?

Lo curioso de la comunicación.

-         La comunicación es una de las primeras cosas que aprendemos en la vida. Es curioso que conforme vamos creciendo y asimilando palabras y aprendiendo a hablar, menos sabemos que decir. O como pedir lo que queremos de verdad.

Al final no puedes evitar hablar de ciertas cosas. Hay cosas que no queremos escuchar. A veces hablamos por qué no podemos estar callados más tiempo. Hay cosas que exceden a las palabras. Son fruto de la acción. A veces hablar porque no hay alternativa. Otras cosas, te las reservas.  Y no siempre, pero de cuando en cuando, algunas cosas hablan por sí solas. 

Time goes fast.

Esa curiosa pero contradictoria sensación que produce el tiempo.
Esa sensación de que se nos escapa de las manos. De que parecía ayer cuando, de qué ya estamos en, y de que dentro de nada será.
El tiempo pasa más rápido de lo que imaginamos. El tiempo nos ayuda, nos enseña, lo cuestionamos, le retamos, lo olvidamos, le añoramos, pero sobre todo lo necesitamos.
No me gusta saber que es así por que cuando quiero darme cuenta de lo que sucede, ya sucedió hace mucho tiempo.

¿Recuerdas cuando eras pequeña y creías en los cuentos de hadas?

Fantaseabas sobre cómo sería tu vida, con un vestido blanco y tu príncipe azul llevándote a su castillo sobre las colinas.

Por la noche te echabas en la cama, cerrabas los ojos y te abandonabas a tu fe.

Santa Claus, el Ratoncito Pérez, el principito estaban tan cerca que los saboreabas.

Pero vas creciendo y un día abres los ojos y los cuentos de hadas han volado.

La mayoría de la gente acude a aquellos en los que confía. La cuestión es que es difícil dejar los cuentos de hadas desaparecer, a casi todo el mundo le queda una mínima esperanza de que algún día abrirán los ojos y verá que se han hecho realidad.

Cuando el día llega a su fin la fe es un misterio. Aparece cuando menos te lo esperas. Es como si un día te dieras cuenta de que los cuentos no son exactamente como habías soñado.

El castillo puede que no sea un castillo. No es tan importante eso de ser felices para siempre. Basta con ser felices en el momento. A veces, muy de vez en cuando, la gente puede darte una grata sorpresa. De vez en cuando, la gente te deja sin respiración.

Living, we learn.

He aprendido que los amores, pueden llegar por sorpresa o terminar en una noche.  Que grandisimos amigos pueden volverse desconocidos, y que por el contrario un desconocido puede volverse alguien inseparable. Que el "nunca más" nunca se cumple, y que el "para siempre" siempre termina. Que el que quiere, lo puede, lo sigue, lo logra y lo consigue  Que el que arriesga no pierde nada, y el que no arriesga, no gana. Que el físico atrae, pero la personalidad enamora. Que si quieres ver a alguien díselo, mañana será tarde. Que el sentir dolor es inevitable, pero sufrir es opcional.
Y sobre todo, he aprendido que no sirve de absolutamente nada seguir negando lo evidente.

Entre días y noches. Entre noches y días.

Buenas Días. Buenas Noches.  A veces cuando te levantas, cuando vas caminando, cuando miras a un punto en concreto y parece que estas pensando en algo y en realidad no piensas nada. Cuando observas a tu alrededor, cuando escuchas música, cuando estás en clase, cuando ves la tele, cuando estás con amigos, cuando conoces a alguien, cuando vives algo que antes nunca habías imaginado que te sucedería, cuando observas a los demás, o simplemente cuando te da por pensar.
Pensar está muy bien, nos ayuda a analizar lo que sucede, lo que deberíamos o no realizar, nos hace darnos cuenta de muchas cosas, aprender de otras tantas. Sin embargo hay ocasiones en las que pensar está de más, no genera más que sufrimiento innecesario.
Qué es cierto eso que dicen de que "si te fijas en lo que nadie se fija, sabrá lo que nadie sabe". ¿Pero de verdad es lo que queremos?
¿Darnos cuenta de cosas, de hechos y situaciones que no nos generan otra cosa que malestar?.
Los hay que pasan de todo. Los que hacen su vida y no la de los demás, los que saben tomar decisiones ajenas a las personas que les importan y los qué sin saber muy bien como les afecta todo lo que les sucede viven su vida y no la de nadie más.
En fin, para qué veáis que pensar solo deriva en esto. Reflexiones de madrugada. Una más útiles que otras, pero al fin y al cabo tan ciertas como pensadas se hallan.
Cada uno vive su vida y cada uno decide como hacerlo, con quien y de qué manera. Y eso es así.
Buenas Noches. Buenos Días.