jueves, 16 de agosto de 2012

14 días del mes de Agosto.

Lo llaman AJSE, Asociación Juvenil San Eulogio. Nosotros, lo llamamos el Junior.

A Mucha gente no le gusta, y yo te diría que ¿si no lo has probado como sabes que no te gusta? Aún así, hay gente que si lo ha probado y sigue sin gustarle, y es que para que te guste va mucho más allá de todo lo que se hace allí. Más allá de las actividades, la gente, o los lugares.
Y si tuviera que quedarme con algo, elegiría sin dudar los 14 días del mes de agosto. El campamento.
14 días donde cada año es diferente, pero mejor al anterior.

Donde es imposible que no te dejes la voz, que estés super cansada pero llegue la noche y decidas hacer cualquier cosa menos irte a dormir, donde no sientas competitividad en las olimpiadas, te descojones de risa con cada momento que se presente, que no te emociones por que llega el fin del campamento,  donde siempre hay alguna lesión, donde si no son moscas, es el calor, o si no, el hombre del albergue que riega lunes y martes, pero para el, los días de la semana solo son eso, Lunes, Martes, Lunes, Martes...
Las visitas al medico, y el maldito virus que nos ha tenido a todos en ascuas por ver si no era suficiente con la zona de cuarentena que tuvimos que habilitar..; Las bromas por la noche, la motivación al realizar alguna actividad, la emoción del A.I, El esperado partido de Preas contra Monis, que te tiren al agua con ropa, las cuestas que cuestan, las duchas de agua fría, dormir en colchones que parecen más camas de agua que otra cosa, el agua que corta la circulación de lo fría que está por aquello de venir directa desde la montaña, las jodidas piedras traicioneras, lo espesitos que andábamos para entender las cosas, la invasión a material por que no teníamos otro sitio donde dejar nuestras cosas, descubrir como pierden la vergüenza jóvenes artistas, el juego de miedo donde llego a pensar que soy bipolar porque me acojono hasta que soy yo la que tiene que acojonar; las conversaciones por walkies, los antorchas de este año, los juegos de los preas o  las canciones en las comidas a gritos. Por que sí, lo damos todo cantando o haciendo el ridículo, pero a nuestra manera.

En fin, son muchas cosas, muchas historias, muchos detalles que puedes contar descojonandote porqe en su momento te hicieron gracia pero la gente no se ríe, por que no lo ha vivido.
Y en la misma linea, mucho más.

Por que son 60 niños que puedes llegar a querer desde el más pequeño hasta el más mayor.
Por que en la persona menos inesperada encuentras un abrazo, una sonrisa, o una mirada de confianza y fuerza que es imposible no echar de menos.

Y es que a día 15 de cada año, sigo prefiriendo levantarme a las 9 de la mañana, oyendo el megáfono, la música, los niños gritando, y que el día continuase.

Por que 14 días son difíciles de olvidar, (como todos), por que ya no somos los preas, ni los mayores que fuimos (en mi caso). Hemos pasado a Monitores.
Notas como se cierra una etapa, y se abre otra.

Apenas me ha hecho falta modificar cuatro frases para descubrir que no han sido tantos los cambios que creía estar viendo.
Es normal que de un año para otro haya cambios,  pero en eso consiste la vida.

Como bien dice el Síndrome del campamento de Verano..


+Te vas de campamento te lo pasas de puta madre, el mejor verano de tu vida, vuelves a casa y te tiras todo el año pensando en el próximo campamento, volver a repetirlo pero mejor, y entonces llega... y todo a cambiado, monitores, las chicas, tus colegas están raros, soy un extraño yo, y caes,
 los mejores años fueron eso... los mejores y nunca se volverán a repetir.

Que paradoja. Pero que teoría más cierta. 
No sé si ha sido por aquello de las falsas ilusiones o por aquello de la profecía autocumplida, pero este año más que en mi cabeza a estado en mis días.
Pero entonces vuelves y te das cuenta de que si, que obviamente ha habido cambios, pero dentro de esos cambios no solo hay cosas malas, también hay cosas buenas. Muy buenas. 

La vida no es un camino de rosas, ni siquiera en aquello que pensamos que no era más que risas y diversiones día si, día también. Cambien llegan las adversidades, manifestándose en diferentes maneras, en diferentes personas, en cambios dolorosos que nos disgustan. 
Pero después de cada campamento, como de cada etapa aprendemos algo nuevo, por que en eso consiste la vida. En cambios constantes que nunca van a dejar de ocurrir. 

La suerte sin embargo, y aunque nos cueste verlo, juega de nuestro lado. 
Juega de nuestro lado dándonos la oportunidad de elegir como afrontar esos cambios en lugar de lamentándonos por todo lo que está ocurriendo. 

Si hay algo que aprendo con todos ellos, es eso. 
A valorar. Afrontar. Aprender. Y seguir adelante con algo más que risas juegos y canciones. 

Por que siempre hay uno o varios motivos que superan todo aquello que nos haga dudar. Hago que nos de el animo suficiente para continuar, y sobre todo algo o alguien que hace que esos días, esas experiencias, y esos aprendizajes valgan la pena. 

Son 14 días del mes de Agosto. Son nuestros días. Y solo nos queda esperar a ver qué y cómo serán los o lo que harán que merezcan la pena también el año que viene, 


Para el recuerdo, 
Gavilanes 2012. 

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